Paloma torcaz (Columba palumbus)

La Torcaz, por su tamaño, es la mayor de las palomas que podemos observar en nuestro territorio, llega a medir 43 cm de altura, 77cm de envergadura y 500g.de peso. Es robusta y con una cabeza muy pequeña con relación a su cuerpo. El color de su plumaje es gris en su zona dorsal y rosa oscuro en el vientre. La gran mancha blanca situada en el cuello rodeada de plumas de brillos metálicos con irisaciones verdes y purpúreas, es la marca que mejor caracteriza a esta especie. Durante el vuelo también muestra unas bandas transversales blancas en la parte superior de sus alas. La cola termina en una banda negra, el pico es anaranjado y las patas rojizas. La diferencia sexual más significativa es el tamaño de la hembra que es más pequeña que el macho. Los individuos más jóvenes no muestran la mancha blanca en el cuello.

  Habita todo tipo de zonas arboladas; bosques, sotos, e incluso parques urbanos y ello a pesar de su carácter arisco y receloso. Fuera de la época de cría frecuenta igualmente zonas abiertas, cultivos, pastizales, etc...Se alimenta en el suelo con todo tipo de semillas, granos de cereal, yemas de plantas, pequeños invertebrados y sobre todo bellotas.

A partir de marzo puede verse el característico vuelo amoroso del macho, con sonoros aletazos en su vuelo de parábola ascendente, que interrumpe con una caída con sus alas alzadas en punta hacia el cielo. Cría de abril a agosto, generalmente con dos puestas de dos huevos de color blanco.

La incubación dura algo más de dos semanas y la pareja se turna de manera metódica en la labor. Los pichones se alimentan de una secreción lechosa del buche paterno, denominada "leche de paloma", por lo general dos veces al día.

El nido es una plataforma simple, hecha de palitos en árboles y tan fina que a veces los huevos se pueden ver desde abajo a través del nido.

En la Península Ibérica se divide en grupos sedentarios, que también realizan desplazamientos locales y los millones de torcaces del centro y norte de Europa que en otoño se presentan para la invernada a través de los pasos tradicionales de los Pirineos, donde miles caen abatidas por cazadores, con métodos poco ortodoxos, alegando siempre que es tradición (Me cago en las tradiciones), también cría en las islas Baleares.

Muchas torcaces han perdido su instinto migratorio y permanecen todo el año entre nosotros. Otras también han perdido su timidez y se han instalado en parques urbanos.

Durante el vuelo, la paloma torcaz tiene una silueta robusta, de pecho ancho, y su cola es más larga que la de la paloma zurita. Cuando echa a volar, bate sus alas juntas ruidosamente. Cuando vuela largas distancias su vuelo es rápido y directo, pero en el vuelo de cortejo los machos vuelan oblícuamente hacia arriba antes de batir las alas juntas y planear en sentido descendente.

Resulta muy característico su arrullo, grave y potente, está formado generalmente por dos o tres series de cinco sílabas "gu-guu-gu, gu-gu".