Observo desde la ventana que una preciosa hembra de Curruca capirotada (Sylvia atricapilla) busca comida entre los cestos de avellano que tengo en mi terraza. Rápidamente cojo mi cámara y cuando se mete dentro de uno de ellos, salgo y me siento delante a esperar pensando en que cuando se percatase de mi presencia saldría como alma que lleva el diablo. Sin embargo, salió sobre uno de los bordes del cesto, me miró sorprendida y posó para mi, volviendo a meterse dentro del cesto dos veces más. Espero que os haya gustado la sesión y os deseo un feliz fin de semana amigos.
Recomiendo pinchar en las fotos para verlas a mayor tamaño.